Cómo manejar productos químicos para decapar pintura en madera, decapar pintura en metal o simplemente decapar muebles antiguos.
Los decapantes químicos tienen muchos defensores , por ser efectivos, rápidos y llegar fácilmente a todas partes.
Los decapantes químicos son viejos conocidos para el aficionado al bricolaje y la restauración. Aunque están al alcance de cualquiera, su uso no es tan simple como parece.
Solamente si nos atenemos estrictamente a una serie de pautas y consejos de utilización podremos sacarles el máximo partido posible y rentabilizar su compra ya que no son precisamente económicos.
En primer lugar hay que tener en cuenta que se trata de productos químicos agresivos para la piel, los ojos, y las vías respiratorias. Es fundamental evitar que entren en contacto con la piel y utilizarlos únicamente en estancias con las ventanas abiertas o al aire libre. Por otra parte, para aplicarlos, lo mejor es emplear brochas para pintar baratas o viejas, ya que el decapante corroe las cerdas de la brocha rápidamente.
¿Como usar los decapantes químicos?
Como norma general, el producto se aplica de manera abundante sobre la superficie a decapar y se deja actuar. Si el acabado no es muy grueso, se reblandecerá progresivamente. La señal de que el producto comienza a actuar en profundidad es el rizado o arrugado de la superficie decapada.
Cuando esto ocurra, espera unos minutos más y levanta la capa de pintura con una espátula o con un raspador.
Si no has obtenido ninguna reacción después de 15 minutos, los especialistas aconsejan dar una segunda capa de decapante sobre la primera y dejar actuar de nuevo. Esta nueva carga de producto reactiva la acción química para penetrar más en profundidad.
Cuando la pintura o el barniz estén levantados retirala con el canto de una espátula o con una herramienta similar. Los restos puedes eliminarlos con un cepillo.

Aplicar el decapante, dejarlo actuar y retirarlo.
Cuando los muebles tienen múltiples capas de pintura antigua, esta se encontrara endurecida por el paso de los años y formará una especie de caparazón, difícil de penetrar incluso para los decapantes más potentes.
En este caso se recomienda empezar con un lijado previo, con un abrasivo de grano grueso. Este paso permitirá crear numerosos surcos por donde podrá entrar el decapante.
Es un poco como con el papel pintado vinílico, suele hacer falta rayarlo para que el agua caliente que lo despegara pueda penetrar con facilidad.
Aplica estos productos siempre en capas gruesas, sin extenderlos demasiado; su textura en gel suele ayudar bastante.
- Ponte guantes de fregar resistentes y agita con fuerza el bote para que la preparación quede homogénea. Aplica el decapante con una brocha en capa gruesa haciendo especial hincapié en posibles relieves.
- Según la dureza de la pintura los tiempos de reacción varían de manera Importante, espera a que la superficie se arrugue antes de comprobar con el borde de la espátula la buena penetración del producto.
- Si el producto actúa en profundidad podrás levantar toda la capa de pintura en una sola pasada con la espátula, cuando la superficie es de metal puede frotarla sin miedo a rayarla.
- Retira la capa reblandecida y deja los restos en un papel de periódico, estos residuos deben ser manipulados siempre con guantes porque son tan agresivos para las manos como lo es el decapante.
- Las muescas del cuchillo universal permiten limpiar los contornos de las piezas cilíndricas. Para huecos y zonas poco accesibles, sobre todo en objetos de metal, lo más práctico es usar un cepillo metálico.
- Si aún quedan rastros de pintura, repite de nuevo toda la operación aplicando el decapante en las zonas rebeldes. Algunos restos pueden ser especialmente resistentes y tendrás que hacerlo varias veces .
- Limpia los restos de pintura que queden en la superficie con un cepillo de nylon bien empapado en agua caliente, frota procurando que las salpicaduras no te alcancen.
- Después del último aclarado, pule toda la superficie decapada con abrasivo o lija de grano fino. Un cepillo metálico, colocado en un taladro o una amoladora, es ideal para las partes curvas .
Decapar muebles de madera, paso a paso

- La madera se decapa siguiendo el mismo procedimiento. Si vas a utilizar un decapante en aerosol, pulverízalo a una distancia de la superficie a decapar equivalente a unos 20 centímetros.
- Limpia la pintura levantada con una espátula en el sentido de la veta. El tiempo de reacción y la eficacia del producto dependen del espesor y el número de capas de pintura.
- Las zonas con molduras se limpian con un cepillo de dientes duro. Es preferible evitar los cepillos metálicos, ya que son demasiado agresivos y se corre el riesgo de rayar la madera.
- Para decapar muebles, utiliza un tampón de lanilla de acero n° 000. Frota la superficie en el sentido de la veta, cambiando la lanilla cuando esté saturada de residuos.
- La acción del decapante se neutraliza con desencerador, alcohol desnaturalizado o aguarrás puro. Frota en el sentido de la veta hasta limpiar la superficie a fondo; hazlo con un cepillo o lanilla.
Tips:
Para retirar capas finas de barniz.
- Si un mueble tiene una capa de barniz industrial, ceras envejecidas u otros barnices, quizás no te merezca la pena utilizar un decapante. En estos casos, lo mejor es limpiar el mueble con un producto químico llamado dimetil-for-mamina y lana de acero, frotando bien y secando la superficie posteriormente.
- Sin embargo, este producto es muy tóxico: sólo se debe emplear en lugares muy ventilados, con mascarilla de carbono, gafas de protección y guantes extra resistentes.
Los agentes químicos.
Durante mucho tiempo, los decapantes estaban compuestos fundamentalmente por la tradicional soda cáustica y por fórmulas a base de cloruro de metileno adicionado con metanol.
La ventaja de la soda cáustica es que su acción tiene una duración muy larga, lo que le permite atacar numerosas capas de pintura. El aspecto negativo es que tiende a ennegrecer determinado tipo de maderas, como la madera de roble especialmente. Lo que obliga a dar a continuación un producto para aclararlo.
En cuanto al cloruro de metileno, que servía de base hace algunos años a la mayor parte de los productos que se vendían, su venta está actualmente severamente regulada. Sólo los profesionales pueden comprarlo en tiendas especializadas.
De todas formas, para decapar muebles u objetos a nivel doméstico, los productos que se comercializan son más que suficientes y su acción es realmente eficaz. Solo debes leer atentamente las instrucciones.
El proceso de aclarado:
Cómo eliminar los restos.
La mayoría de los decapantes contienen parafina; por eso, hay que aclararlos con agua caliente y un cepillo de nylon. Cuando se trata de un objeto artesano antiguo, sin embargo, lo mejor es emplear aguarrás, alcohol desnaturalizado o un desencerador.
La lanilla de acero también da buen resultado. Es muy práctica para suprimir los residuos reblandecidos por el decapante,sobre todo en superficies irregulares y en molduras.
Comprueba siempre con atención que no queden hilos metálicos entre las fibras de la madera, ya que podrían dejar marcas o rastros de óxido.
Medidas fundamentales de seguridad.
- Sea cual sea el tipo de decapante, se trata de un producto que debe ser manipulado con mucha precaución. Trabaja al aire libre o en un local bien ventilado, ponte guantes y lleva gafas de protección.
- La seguridad comienza en el momento en que se abre el bote, ya se trate de un decapante o de cualquier otro producto químico. Coloca un trapo debajo del bote, antes de proceder a abrirlo, con el objetivo de evitar que te salte a la piel o, aún peor, a los ojos.